domingo, 27 de mayo de 2007

Elecciones? Yo no he elegido a los candidatos

Ése podría ser el comentario de algún indeciso que no sabe a estas alturas del domingo a quién votar. El voto en blanco surge en el horizonte como el voto de protesta o de castigo; pero lejos de ser eso, el voto en blanco es una mínima expresión comparado con el verdadero voto de indecisión y de indiferencia, la abstención. Que en una población de 114.000 habitantes un tercio tenga la capacidad de decidir una mayoría absoluta dice mucho de las ganas y la decisión de los votantes.

Este año, el Rocío ha coincidido con las elecciones o las elecciones han coincidido con el Rocío. El caso es que los peregrinos, devotos o romeros han decidido votar por correo. Los que no han podido hacerlo por falta de tiempo o ganas, han preferido no hacerlo, y si lo han dejado para la vuelta, los colegios electorales ya estarán cerrados.

Por otra parte, la ausencia de candidatos fuertes frente al histórico alcalde hace que salga reforzado. La participación está por debajo del 50%, y el PSOE ya lleva 20 concejales. ¿Qué hay por encima de mayoría absoluta?

sábado, 19 de mayo de 2007

Las elecciones municipales y la política local

En un pueblo que se empeñaba en ser ciudad había una vez una mujer que se presentaba candidata a la alcaldía. Como lema electoral antecedía su sexo a su programa político, por si eso le granjeaba las simpatías del electorado femenino y feminista. En tiempo de elecciones, casi todo vale, especialmente milimetrar las palabras de los contrarios y rascar rascar hasta encontrar una manchita de la que hacer un escándalo. Es por ello que analizaba hasta la última coma cualquier discurso de los concejales del ayuntamiento que apareciera en los medios de comunicación.

Dos semanas antes de las elecciones, el concejal de cultura hizo una entrevista en la que un periodista le provocaba interesadamente para encontrar un titular en el que se refiriera a su pueblo con el vulgar pero humorístico nombre de "Cuatro Tetas". Si dos tetas tiran más que dos carretas, cuatro ya, no digamos, así que la indignación feminista de la candidata mujer se hizo más que evidente.

Era tal su grado de humillación que convocó en una rueda de prensa a los medios locales. A la convocatoria sólo acudieron dos medios, en cuyas caras se podía leer "qué estoy haciendo aquí".
Enfurecida, la candidata mujer pidió que rodara la cabeza del concejal, que el alcalde pidiera perdón, y alguna que otra cosa más, que estamos en elecciones y que por pedir no quede.

Moraleja: utilizar fraudeulentamente la lucha feminista como arma electoral es una falta de respeto a las sufragistas del siglo XIX y a todas las mujeres que han venido detrás, ¿o no?