Desmayo

Ya sabemos que el paro es la nueva pesadilla nacional y que la temida cifra de los 4 millones está al caer, pero detrás de cada número hay una historia que merece la pena ser contada.

En la eterna hora que he pasado en la cola del SAE de Reyes Católicos para renovar mi demanda me ha dado tiempo a ver cómo una mujer se desmayaba al salir de la oficina y la dejaban sentada en un poyete no fueran a pasar los turnos. Como la mujer no reaccionaba, después de unos minutos mirándola ya la ayudaron a medio incorporarse y avisaron al personal de la oficina, que llamó al 112.

Mientras, apoyada en una farola, una mujer rubia hablaba sobre sus hijos con otra que tenía a su bebé cogido en brazos.
-¿Tienes más hijos?-preguntó la mujer rubia
-Sí, todo niñas, ésta es la más pequeña.
-¿Que tiempo tiene?
-Once meses. Las otras están en mi país.
-Mis niños ya tienen el año. La niña ha empezado a andar, bueno, así agarrada de la mano; pero mi niño no.
-¿Qué son, mellizos?
-Sí. Y las otras niñas, ¿qué edad tiene la mayor?
-La mayor siete años.
-Qué pequeña. ¿Y las vas a traer a las demás?
-Sí, pero tienen que venir con una... una... ¿cómo se dice? Una que las traiga en el avión. Tienen que coger tres aviones hasta aquí.